Skip to main content

La respuesta a cuántas calorías hay en el café negro

calories-in-coffee

¿Cuántas calorías hay en una taza de café negro? Las respuestas cortas son: o bien alrededor de cinco, o bien alrededor de cien calorías negativas, según sus preferencias de cómo tomarse la ciencia.

Es posible que esté familiarizado con la contradictoria idea de calorías negativas en alimentos como el apio, la toronja o la lechuga.  Sin embargo, ninguna de estas populares frutas o verduras tiene calorías negativas, entonces, ¿cómo puede sí tenerlas el café?

Para llegar al fondo de esto, primero debemos comprender la naturaleza de las calorías.

¿Qué es una caloría?

Una caloría es una unidad de medida más similar a la unidad térmica británica (Btu) que a cualquier cosa relacionada con biología. De hecho, una caloría es el equivalente métrico de un Btu, que es la cantidad de energía requerida para elevar 1 grado Fahrenheit 1 libra de agua, mientras que una caloría es la cantidad de energía requerida para elevar 1 grado Celsius un Kg de agua.

A todo lo que se quema se le puede asignar un valor calórico. En sentido estricto, el propano, la madera, la gasolina, entre otros, tienen valores calóricos. Sin embargo, nuestros cuerpos carecen de la capacidad de digerir cualquiera de esas calorías, por lo que se denominan calorías no digeribles.

Muchos tipos de fibra que se encuentran en las frutas y verduras más populares son también imposibles de digerir y, por lo tanto, contribuyen a que comúnmente se relacionen los alimentos fibrosos con una mayor pérdida de peso. En otras palabras, cien calorías de algo fibroso como el kale no es lo mismo que cien calorías de mantequilla, que a su vez, no es lo mismo que cien calorías de una fuente rica en proteínas, etcétera.

2021_calories2

De las cien calorías del kale, el cuerpo solo puede metabolizar una porción relativamente pequeña de ellas, y el resto es principalmente celulosa y otras fibras no digeribles que el cuerpo no puede convertir en energía utilizable. No se puede decir lo mismo de los alimentos o grasas ricos en almidón y carbohidratos que el cuerpo puede convertir fácilmente en energía química y almacenar como grasa.

Por lo tanto, una taza de café tiene aproximadamente cinco calorías en total, pero solo una parte de ellas serán calorías digeribles, lo que lo coloca en la categoría de alimentos bajos en calorías.  Lo que nuevamente plantea la pregunta: ¿cómo puede el café ser un alimento con calorías negativas?

La respuesta es la cafeína

En realidad, principalmente la cafeína, pero también compuestos químicos relacionados y el ácido clorogénico que se encuentran en el café.  La cafeína y más compuestos similares en el café estimulan nuestro metabolismo a través de una compleja cascada de reacciones químicas que resultan en nuestro disfrute, pero también en que nuestros cuerpos quemen significativamente más calorías de las que harían sin la cafeína.

Existen muchos más beneficios para el metabolismo y la pérdida de peso en forma de pérdida del apetito y, en el caso del ácido clorogénico, la prevención de la absorción de grasas y carbohidratos, pero esos beneficios son mucho más difíciles de medir que las tasas metabólicas simples.

Lo que está claro es que cien miligramos de cafeína, aproximadamente lo que hay en un café bastante ligero  de ocho onzas, hace que los humanos sanos quemen de 75 a 150 calorías adicionales a través de la estimulación del metabolismo.  Entonces, si restamos las calorías quemadas del total a las cinco calorías presentes en esa taza, nos queda un rango de 70-145 calorías negativas.

Sin embargo, antes de empezar a comer en exceso sus comidas placenteras favoritas y tomarlas con café para contrarrestar, considere la tolerancia y los rendimientos decrecientes. Con el tiempo, el cuerpo se acostumbra a la ingesta de cafeína, especialmente cuando la cafeína se consume en un momento de rutina todos los días.

La capacidad del cuerpo para adaptar su química a los estímulos pavlovianos es realmente fascinante, así como lo es el milagro del café.


Esta nota fue publicada originalmente en inglés. Ha sido traducida por Revista Roast.

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *